Mi nombre es Víctor y tú tienes cara de llamarte sueño, responsabilizo a tu forma de
ser ya que más de una vez me haces soñar
y luego me avisas de que estoy despierto, no sé hasta qué punto me agradas,
pero quiero algo que me diga que tú no
eres solo lo que se vive sino también de
saber que puedo vivir y convivir con tu persona, eso que llevas tan frio y tan
vivo, de momentos cálidos a helado y de
sol a lluvia.
La acera que desde aquí
veo es más alta de lo común y su tono la hace parecer añejada, tu vas a
paso lento y dejas que tu movimiento de hombros valla al compas de tu cabeza,
tu pelo luce bien tal cual como la primera vez
que te vi venir.-
Solo observo y mi ritmo va junto al tuyo desde lejos. Cuando
estamos juntos la situación se vuelve absurda muchas veces y difícil de llevar,
solo basta que acerque mi mano junto a tu cara y vienes sobre mí dejando fluir
lo que sientes, no niego que me cuesta y
me da miedo sentirte lejos y a la misma vez cerca.