Arrancar.-

Tenía que arrancar, necesitaba verle, necesitaba tomar un bus e ir. Tome el poco dinero que había logrado juntar y afuera el clima me amenazaba y me llenaba de miedo. Más tarde ya me encontraba en el terminal, entonces suspire y volví a pensar, y si, sin duda necesitaba hacer el viaje.
Fui hasta la boletería, y la tipa tenía cara de ser vegetariana y mal genio, daba igual, compre un ticket y tome el rumbo. Me llene de ansias, al mismo tiempo me imaginaba el encuentro, como también pensaba que tenía tiempo solo de arrepentirme hasta llegar a Valdivia, si pasaba ese punto no podría volver atrás, lo tomaba como un mapa mental de inicio y comienzo.
Cundo iba en el minuto 25 como pasajero , miraba el verde, es un verde lleno de vida que sin más, sentía que me hablaba y me decía ¿porque nos cambias?, ¿por qué te vas?, yo en silencio le respondía al paso y todos ellos frente a mi me miraban con compasión, entonces comprendí que tenemos ese yo interior que nos aconseja y nos cuenta lo que ya sabemos pero que en ocasiones no nos gusta aceptar, cerré los ojos por un momento y sentía que entraba en trance, oía los que las demás personas hablaban, el sonar de sus mandíbulas al masticar, el sonido de los envoltorios, olores que recorrían el bus de un lugar a otro, y el mp3 que me instaba a que lo encendiera, fue así que me dormí. De pronto me vi en un mundo pequeño y las hormigas eran gobierno, y decían que la verdadera democracia no sería cundo tengamos todos los mismos derechos, sino mas bien seria cundo logremos tolerar a nuestros pares y valorarlos por lo que son y no por lo que tienen, en ese entonces se acerco la reina, era estilizada y usaba una fragancia de Versace, y era más coqueta que seria, se rio me saludo y me dijo esto no es un sueño, esto pasa en tu cabeza y por lo tanto esto eres tú, la mire y le dije: No, está usted equivocada, esto es un sueño nada más.
Desperté: y se me vino una pregunta a la mente, y no tenia como responderla. Mierda me dije, como es posible que no tenga la respuesta, y es que a veces nos producimos preguntas pero tal vez debe pasar un tiempo para poder tener la alternativa correcta.
Pensé que en momentos como esto en los cuales viajas o estás solo contigo mismo arreglas medianamente tu mundo y si bien yo trataba de resolverlo no lograba darle un orden, se que suena complicado pero es como cundo te aprendes los colores y no sabes cual viene antes y cual después, esto era lo mismo, se cuales son, pero no como deben ir.
Mire el reloj y ya quedaba la nada misma para llegar a mi punto de fin, claro Valdivia ya se me había pasado seguramente fue en el momento que me dormí, y ahora solo queda enfrentar los nervios y poder entregar lo mejor de una buena forma.
Y ahí estaba, esperando con un cigarro en la mano.