marzo 07, 2011

F.V.-


La ocasión  mas loca que tuve con el, fue  la primera vez, aun no lo conocía pero ya sabia que por algún lugar de esa plaza estaba el, escondido quizás,  pero su otra parte (su amiga) portaba  una cámara, Emilio y yo paseábamos al son de una balada de esas de aquel verano, no recuerdo cual era pero si esta en mi mente la flor que la amiga de el llevaba en el pelo.
Después de que ella viniera y pidiera una foto que saco mas rápido que ligero, avanzamos un poco hacia la esquina cerca del tablón, buscamos por lado y lado y no fue  posible encontrar sobre la gente a la lolita adolescente, se había ido desvanecido y quizás no  se, nada sabia yo en ese momento.


Al paso de los días olvide aquella  circunstancia en la plaza, y la vida seguía con su sabor a yupi entre elástico y celeste,  sabor a frutilla, unos  días mas y un día menos me hacían recorrer sobre la sensación que la gratitud ya no vendría mas para mi.

Quisiera recordar la fecha, la hora y el minuto, de aquel día en  que sucedió, pero solo recuerdo lo extraño y naturalmente simpático que acompaño la ocasión.

Frente a ese monitor extrañaba un sin fin de situaciones, en eso  el sonido de la mensajería me llamaba para que le preste atención.

Recuerdo una y cada una de la palabras que escribimos en viceversa, fue grato y explicito hablar con el ese día, pero solo fue eso, un momento llenos de magia que me hacia comprender que podemos formar parte no solo de lo que creemos sino también de lo que no conocemos.-

F.V.-

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